La vida acelerada, las rutinas o los nuevos proyectos, van despertando nuevas inquietudes y nos conectan con necesidades pendientes. Este proceso requiere poder centrarse en el problema concreto mientras se obtiene inmediatez en la respuesta.

En estos casos puede ser de gran ayuda recibir un asesoramiento acortado en el tiempo, que ofrezca un planteamiento externo que funcione como mecanismo mediador.